Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber.

Albert Einstein

miércoles, 4 de noviembre de 2009

“EL CRITERIO DE LA VERDAD”

“EL CRITERIO DE LA VERDAD”

1.- Definición de la verdad.

2.- Criterio de la verdad.

3.- La búsqueda de la verdad.


DEFINICIÓN DE LA VERDAD

La palabra verdad proviene del latín “veritas” y significa lo que es cierto e indubitable, preocupación humana por alcanzarla en todos los tiempos.

Lo que debe entenderse por verdadero o cierto, fue y es materia de discusión y análisis. Para Platón, lo verdadero se halla en el mundo inteligible, el de las ideas que se descubren por la razón. Lo que observamos en nuestra experiencia sensible son solo imágenes distorsionadas de esas ideas. Para Aristóteles es posible lograr la verdad en el mundo sensible. Los escépticos afirmaron la imposibilidad de conocer la verdad, aunque se los critica pues al afirmar que es imposible conocer la realidad tal cual es, también ellos están formulando lo que consideran una verdad.

Para Descartes a la verdad se llega por intuición. En la actualidad hay teorías que afirman que la verdad es lo que se halla acordado por determinadas comunidades sociales. Hay posiciones pragmáticas que sostienen que lo verdadero es lo que resulta útil ser considerado tal.

En las ciencias puede alcanzarse la verdad, al formularse leyes que corroboran datos experimentales. Esas leyes serán verdaderas, con criterio general y absoluto, hasta que otras demuestren lo contrario.

En materia ideológica las verdades son relativas, pues son indemostrables. Cada ser humano elabora ciertas convicciones sobre lo que considera verdadero, producto de su deducción mental, que puede no coincidir con el pensamiento de otros.

Para la tradición judío-cristiana las verdades reveladas por Dios se hallan contenidas en el Libro Sagrado, que es la Biblia.

Decir la verdad es afirmar algo de lo que se tiene convicción, aún cuando pueda estarse equivocado. Lo contrario sería la mentira que es una distorsión intencional de la realidad.

La verdad es un juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
Todas las cosas que podemos ver todo el mundo son verdades.
Hay diferentes tipos de verdades:

Las subjetivas: Son aquellas con las cuales estamos más íntimamente familiarizados. Son verdades que tenemos cada una de las personas. Una persona puede decir que un comentario es verdad y otra persona puede decir que el mismo comentario es mentira.

Las objetivas: Esta verdad es demostrable científicamente ya que es un hecho o fenómeno que ocurre independientemente de la existencia del ser humano. Son verdades comunes a todas las personas.

Esta claro que 1 + 1 = 2.

Por lo tanto, cada persona posee dos tipos de verdades, unas propias y otra comunes al resto del mundo.


CRITERIO DE LA VERDAD

La palabra criterio se suele tomar alguna vez por el medio o instrumento de que nos servimos para juzgar de las cosas, y en este sentido no hay más criterio que la razón, con la cual juzgamos de las cosas y de su verdad: tomando el criterio bajo este punto de vista, debe denominarse criterio per quod. Otras veces se toma por el motivo o razón que induce al entendimiento a asentir o disentir, de manera que en este sentido viene a ser la regla o norma del juicio, y por eso, y para distinguirlo del anterior, se puede llamar criterio secudum quod.

Cuando se habla de criterio de verdad se sobreentiende este segundo y del mismo hablamos en éste ensayo. Puede definirse en general: motivum ex se infallibile pro juicio certo efformando circa rem determinatam. Abraza la evidencia, la conciencia, el sentido común, los sentidos, y la autoridad humana.

La verdad es difícil de definir por ser un algo abstracto. San Agustín decía; "verum est quod est (la verdad es lo que es"). Los escolásticos la definen adaecuario intellectus et rei. (conformidad del intelecto en la cosa). Para Ortega, dice:

" La verdad, por lo pronto, es coincidencia entre el hallar una cosa y la cosa misma de que se habla. La evidencia- agrega- no tiene nada que ver con los sentimental, es casi lo contrario que el sentimiento, el cual por su naturaleza misma es ciego, no por enfermedad, sino por naturaleza".

Para Kant "la verdad es una exigencia puramente subjetiva, una ley de nuestro pensar, que nada nos dice de la realidad en sí". Esto va en contra del sentir común. No se niega que la verdad sea algo subjetivo, se niega que sólo sea subjetiva; elaboración caprichosa de la mente nada más.

Balmes divide la verdad en real e ideal. "Las verdades reales corresponden al mundo real; las verdades ideales, al mundo lógico, el de la posibilidad. Verdades reales son los hechos; verdades ideales, al enlace de los conceptos o ideas." No es posible, agrega, pensar en un algo que no existe, el pensar en algo lleva implícito su existencia, la verdad no es creación, la verdad se descubre. "Es un algo subsistente, que trasciende a nosotros; tiene alguna entidad que preexiste a la mente humana".

Si la verdad es la realidad de las cosas y las cosas son varias, varias han de ser las verdades, y la diferencia de verdades exige variedad de medios para lograrlas. Naturalmente que la verdad en sí no puede ser más que una; la verdad absoluta, de la que se derivan las verdades relativas, es distinta, y son varias: verdad moral, física, matemática, metafísica, necesaria o absoluta y valores. Por otra parte, las cosas no se alteran al descubrirlas, son lo que son pese al juicio que obtengamos de ellas; ni el sujeto se modifica ni el objeto sufre alteración, solamente se requiere un nuevo conocimiento.


LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD

QUIEN DICE “NO EXISTE LA VERDAD”, AFIRMA QUE AL MENOS EXISTE UNA VERDAD: LA DE “QUE NO EXISTE LA VERDAD”.

Si afirmamos “que no existe la verdad”, afirmamos que al menos existe una verdad: “que no existe la verdad”. Es decir también afirmamos que existe la verdad, al menos una verdad. Pero si negamos esa proposición ya decimos que “existe la verdad”. En cualquier caso el hombre no puede llegar a otra conclusión sino que existe la verdad.

Y es evidente que el hombre busca la verdad, verdades pequeñas y verdades importantes: el hombre es un buscador de la verdad, es un formulador de indefinidos por qués.

Y sería muy forzado decir que el hombre busca lo que no existe:

- el niño recién nacido busca el pezón de la madre para mamar y ese pezón existe;
- el animal sediento busca agua y el agua realmente existe;
- tenemos hambre y existen los alimentos.

¿Buscaríamos la verdad y no existiría?

A toda búsqueda anclada en la naturaleza corresponde una realidad. La naturaleza no presenta necesidades esenciales sin respuesta y la búsqueda de la verdad es connatural al hombre. Por tanto a la búsqueda de la verdad corresponde también la existencia de la verdad.

El hombre, todo hombre, tiene sed de la verdad. Pero si bien existe el agua, un animal en el desierto puede morir de sed. Si el hombre busca en un “desierto” la verdad, si bien la verdad existe, puede no atinar con ella.

Una idea popular entre los intelectuales es la adoración de la Razón: sólo lo que es demostrable lógicamente es verdad; entre los científicos sólo lo que es demostrable empíricamente es verdad, si no lo toco con mis dedos o con mi razón no es verdad.

Sin embargo hay muchas verdades que no son lógicas o que no son estrictamente empíricas: la belleza de una flor puede verse ocultada más que desvelada por las verdades estrictamente científicas: si me obsesiono con que la flor está compuesta de células y éstas de átomos y estos de electrones, neutrones y así sucesivamente a medida que avanza el conocimiento científico, puede ser que no capte el perfume y la belleza de la flor.

Si nos obsesionamos con que la música es una vibración del aire que captan nuestros oídos, puede ser que no sepamos escuchar y disfrutar de la música: hay verdades parciales que más bien pueden tapar u ocultar una verdad superior.

Pongamos un ejemplo: Una persona puede amar la buena mesa: si se convierte en una obsesión diremos que es glotona y si es de modo refinado que es un gourmet.

Nunca se sacia de comer cosas distintas, a veces hasta la indigestión: cada vez que come cosas buenas experimenta un placer; pero es un placer que no sacia, sino momentáneamente, luego se ve impulsado por su peculiar fiebre a probar otros sabores, otros platos y así indefinidamente.

Del mismo modo la sed de conocimiento, de verdades particulares, puede convertirse en una glotonería de la inteligencia: y puede suceder que la insaciable búsqueda de más y más conocimientos, de verdades parciales, oculte verdades más sustanciosas, oculte la verdad del conjunto o la verdad última.

El que el ansia de los por qués sea insaciable revela que ninguno de estos conocimientos satisface, sino que queda una sed inextinguible que ninguno ni muchos más de los conocimientos de ese género puede colmar: porque son verdades parciales que no sacian la mente ni sobre todo el corazón humano. En este sentido una mente honrada constata que a medida que más sabe es más lo que ignora.

Abundando en el tema: incluso las matemáticas, que pasan por ser un dechado de lógica y racionalidad se tienen que fundamentar en unos axiomas que se dan por supuestos o por sentados y que parten de una intuición sobre como son las cosas.

No hay ciencia lógica que no parta de unas intuiciones que no pueden justificarse sino que son la base de la construcción lógica. Los matemáticos, por otra parte admiten que no es posible hallar un sistema formal completo, que una coherencia o consistencia total no se halla en ningún sistema formal.

Ello nos lleva a plantear a los que mitifican la razón si creen que la propia razón puede fundamentarse a sí misma. ¿Qué es lo que hace que la razón nos conduzca a la verdad? ¿Puede la propia razón justificar su validez? La validez de la razón para conocer es, para nosotros, una intuición, algo que se da por supuesto, pero es imposible que una razón necesitada de ser justificada se justifique a sí misma.

Es más, supongamos que hallamos una razón global que dé cuenta que explique nuestra razón, ¿quién nos dará cuenta de esa razón que explica la primera?

Supongamos que hallamos otra tercera razón que justifica la segunda. Pero tendremos que justificar esa tercera razón y así sucesivamente hasta que demos con una razón que justifique todas y ella no necesite justificación: la razón última, la razón del conjunto, la razón incausada, a la que no podemos llegar iterando (buscando la razón de la razón de la razón...) ya que sería un proceso sin final. Y si esa razón puede ser alcanzada no será por medio de nuestra limitada razón (podemos saber que existe, pero no podemos comprenderla, abarcarla).

Más bien seremos alcanzados por ella, que alcanzarla por nuestros propios medios.

Pero además si se trata de una razón incausada que da razón de todas las razones no podemos caer en el error de concebirla como una mera clave de bóveda lógica: ha de dar cuenta también de la belleza que existe y de la bondad, del amor, de todo lo que nosotros conocemos por intuición, por contemplación, por sensibilidad artística, por sentimientos nobles etc.

Podemos decir que esa razón última, si bien podemos pensar que es una razón sobrehumana, ante la que quedamos sobrecogidos, también podemos intuir que reúne en sí todo lo más noble y entrañable de la razón o del ser humano.

Y sólo en esa razón suprema puede reposar nuestro entendimiento y nuestro corazón: sólo esa Verdad sacia y todas las otras razones sólo lo hacen en cuanto son camino hacia ella, que sí las comprende y las supera. Sólo en esa razón, como enseñan los místicos se da una comunión de felicidad y paz.

Como esa razón suma es razón de todas las razones podemos decir que es la misma Inteligencia, no una mera construcción lógica, y por tanto Persona Suma, con lo que llegamos a concebir la Suprema Verdad como Persona.

La búsqueda de la verdad se convierte entonces no en mera búsqueda de conceptos fríos, sino en la búsqueda de la Persona omnisciente, bella, amante y amable. El amor a la verdad en amor personal, por el que vale la pena dejar o sacrificar o subordinar todo.

3 comentarios:

  1. INTERESANTE EL RESUMEN, COMO USTED VERA LA VERDAD ES UN TODO QUE DESIGNA AL HOMBRE COMO UN ENTE INTEGRAL. QUE BUEN RESUMEN SIGA ADELANTE YA POCO FALTA.
    ATTE.
    LIC. HORACIO

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  2. Muy intersante su blog, gracias por responderme a mi correo.

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  3. Lo que hoy se vive se disfgruta, hay que vivir la vida, por que mañana quien sabe.

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