Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber.

Albert Einstein

martes, 10 de noviembre de 2009

DESPEDIDA

Compañeros, fue un placer compartir con ustedes este año, Dios les Guíe y bendiga siempre........

Se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso.

Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.

Lo poco que sé se lo debo a mi ignorancia.

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado.

Un esfuerzo total es una victoria completa

Prefiero morir de pie que vivir siempre arrodillado.

Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.

Las guerras seguirán mientras el color de la piel siga siendo

más importante que el de los ojos.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

“EL CRITERIO DE LA VERDAD”

“EL CRITERIO DE LA VERDAD”

1.- Definición de la verdad.

2.- Criterio de la verdad.

3.- La búsqueda de la verdad.


DEFINICIÓN DE LA VERDAD

La palabra verdad proviene del latín “veritas” y significa lo que es cierto e indubitable, preocupación humana por alcanzarla en todos los tiempos.

Lo que debe entenderse por verdadero o cierto, fue y es materia de discusión y análisis. Para Platón, lo verdadero se halla en el mundo inteligible, el de las ideas que se descubren por la razón. Lo que observamos en nuestra experiencia sensible son solo imágenes distorsionadas de esas ideas. Para Aristóteles es posible lograr la verdad en el mundo sensible. Los escépticos afirmaron la imposibilidad de conocer la verdad, aunque se los critica pues al afirmar que es imposible conocer la realidad tal cual es, también ellos están formulando lo que consideran una verdad.

Para Descartes a la verdad se llega por intuición. En la actualidad hay teorías que afirman que la verdad es lo que se halla acordado por determinadas comunidades sociales. Hay posiciones pragmáticas que sostienen que lo verdadero es lo que resulta útil ser considerado tal.

En las ciencias puede alcanzarse la verdad, al formularse leyes que corroboran datos experimentales. Esas leyes serán verdaderas, con criterio general y absoluto, hasta que otras demuestren lo contrario.

En materia ideológica las verdades son relativas, pues son indemostrables. Cada ser humano elabora ciertas convicciones sobre lo que considera verdadero, producto de su deducción mental, que puede no coincidir con el pensamiento de otros.

Para la tradición judío-cristiana las verdades reveladas por Dios se hallan contenidas en el Libro Sagrado, que es la Biblia.

Decir la verdad es afirmar algo de lo que se tiene convicción, aún cuando pueda estarse equivocado. Lo contrario sería la mentira que es una distorsión intencional de la realidad.

La verdad es un juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
Todas las cosas que podemos ver todo el mundo son verdades.
Hay diferentes tipos de verdades:

Las subjetivas: Son aquellas con las cuales estamos más íntimamente familiarizados. Son verdades que tenemos cada una de las personas. Una persona puede decir que un comentario es verdad y otra persona puede decir que el mismo comentario es mentira.

Las objetivas: Esta verdad es demostrable científicamente ya que es un hecho o fenómeno que ocurre independientemente de la existencia del ser humano. Son verdades comunes a todas las personas.

Esta claro que 1 + 1 = 2.

Por lo tanto, cada persona posee dos tipos de verdades, unas propias y otra comunes al resto del mundo.


CRITERIO DE LA VERDAD

La palabra criterio se suele tomar alguna vez por el medio o instrumento de que nos servimos para juzgar de las cosas, y en este sentido no hay más criterio que la razón, con la cual juzgamos de las cosas y de su verdad: tomando el criterio bajo este punto de vista, debe denominarse criterio per quod. Otras veces se toma por el motivo o razón que induce al entendimiento a asentir o disentir, de manera que en este sentido viene a ser la regla o norma del juicio, y por eso, y para distinguirlo del anterior, se puede llamar criterio secudum quod.

Cuando se habla de criterio de verdad se sobreentiende este segundo y del mismo hablamos en éste ensayo. Puede definirse en general: motivum ex se infallibile pro juicio certo efformando circa rem determinatam. Abraza la evidencia, la conciencia, el sentido común, los sentidos, y la autoridad humana.

La verdad es difícil de definir por ser un algo abstracto. San Agustín decía; "verum est quod est (la verdad es lo que es"). Los escolásticos la definen adaecuario intellectus et rei. (conformidad del intelecto en la cosa). Para Ortega, dice:

" La verdad, por lo pronto, es coincidencia entre el hallar una cosa y la cosa misma de que se habla. La evidencia- agrega- no tiene nada que ver con los sentimental, es casi lo contrario que el sentimiento, el cual por su naturaleza misma es ciego, no por enfermedad, sino por naturaleza".

Para Kant "la verdad es una exigencia puramente subjetiva, una ley de nuestro pensar, que nada nos dice de la realidad en sí". Esto va en contra del sentir común. No se niega que la verdad sea algo subjetivo, se niega que sólo sea subjetiva; elaboración caprichosa de la mente nada más.

Balmes divide la verdad en real e ideal. "Las verdades reales corresponden al mundo real; las verdades ideales, al mundo lógico, el de la posibilidad. Verdades reales son los hechos; verdades ideales, al enlace de los conceptos o ideas." No es posible, agrega, pensar en un algo que no existe, el pensar en algo lleva implícito su existencia, la verdad no es creación, la verdad se descubre. "Es un algo subsistente, que trasciende a nosotros; tiene alguna entidad que preexiste a la mente humana".

Si la verdad es la realidad de las cosas y las cosas son varias, varias han de ser las verdades, y la diferencia de verdades exige variedad de medios para lograrlas. Naturalmente que la verdad en sí no puede ser más que una; la verdad absoluta, de la que se derivan las verdades relativas, es distinta, y son varias: verdad moral, física, matemática, metafísica, necesaria o absoluta y valores. Por otra parte, las cosas no se alteran al descubrirlas, son lo que son pese al juicio que obtengamos de ellas; ni el sujeto se modifica ni el objeto sufre alteración, solamente se requiere un nuevo conocimiento.


LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD

QUIEN DICE “NO EXISTE LA VERDAD”, AFIRMA QUE AL MENOS EXISTE UNA VERDAD: LA DE “QUE NO EXISTE LA VERDAD”.

Si afirmamos “que no existe la verdad”, afirmamos que al menos existe una verdad: “que no existe la verdad”. Es decir también afirmamos que existe la verdad, al menos una verdad. Pero si negamos esa proposición ya decimos que “existe la verdad”. En cualquier caso el hombre no puede llegar a otra conclusión sino que existe la verdad.

Y es evidente que el hombre busca la verdad, verdades pequeñas y verdades importantes: el hombre es un buscador de la verdad, es un formulador de indefinidos por qués.

Y sería muy forzado decir que el hombre busca lo que no existe:

- el niño recién nacido busca el pezón de la madre para mamar y ese pezón existe;
- el animal sediento busca agua y el agua realmente existe;
- tenemos hambre y existen los alimentos.

¿Buscaríamos la verdad y no existiría?

A toda búsqueda anclada en la naturaleza corresponde una realidad. La naturaleza no presenta necesidades esenciales sin respuesta y la búsqueda de la verdad es connatural al hombre. Por tanto a la búsqueda de la verdad corresponde también la existencia de la verdad.

El hombre, todo hombre, tiene sed de la verdad. Pero si bien existe el agua, un animal en el desierto puede morir de sed. Si el hombre busca en un “desierto” la verdad, si bien la verdad existe, puede no atinar con ella.

Una idea popular entre los intelectuales es la adoración de la Razón: sólo lo que es demostrable lógicamente es verdad; entre los científicos sólo lo que es demostrable empíricamente es verdad, si no lo toco con mis dedos o con mi razón no es verdad.

Sin embargo hay muchas verdades que no son lógicas o que no son estrictamente empíricas: la belleza de una flor puede verse ocultada más que desvelada por las verdades estrictamente científicas: si me obsesiono con que la flor está compuesta de células y éstas de átomos y estos de electrones, neutrones y así sucesivamente a medida que avanza el conocimiento científico, puede ser que no capte el perfume y la belleza de la flor.

Si nos obsesionamos con que la música es una vibración del aire que captan nuestros oídos, puede ser que no sepamos escuchar y disfrutar de la música: hay verdades parciales que más bien pueden tapar u ocultar una verdad superior.

Pongamos un ejemplo: Una persona puede amar la buena mesa: si se convierte en una obsesión diremos que es glotona y si es de modo refinado que es un gourmet.

Nunca se sacia de comer cosas distintas, a veces hasta la indigestión: cada vez que come cosas buenas experimenta un placer; pero es un placer que no sacia, sino momentáneamente, luego se ve impulsado por su peculiar fiebre a probar otros sabores, otros platos y así indefinidamente.

Del mismo modo la sed de conocimiento, de verdades particulares, puede convertirse en una glotonería de la inteligencia: y puede suceder que la insaciable búsqueda de más y más conocimientos, de verdades parciales, oculte verdades más sustanciosas, oculte la verdad del conjunto o la verdad última.

El que el ansia de los por qués sea insaciable revela que ninguno de estos conocimientos satisface, sino que queda una sed inextinguible que ninguno ni muchos más de los conocimientos de ese género puede colmar: porque son verdades parciales que no sacian la mente ni sobre todo el corazón humano. En este sentido una mente honrada constata que a medida que más sabe es más lo que ignora.

Abundando en el tema: incluso las matemáticas, que pasan por ser un dechado de lógica y racionalidad se tienen que fundamentar en unos axiomas que se dan por supuestos o por sentados y que parten de una intuición sobre como son las cosas.

No hay ciencia lógica que no parta de unas intuiciones que no pueden justificarse sino que son la base de la construcción lógica. Los matemáticos, por otra parte admiten que no es posible hallar un sistema formal completo, que una coherencia o consistencia total no se halla en ningún sistema formal.

Ello nos lleva a plantear a los que mitifican la razón si creen que la propia razón puede fundamentarse a sí misma. ¿Qué es lo que hace que la razón nos conduzca a la verdad? ¿Puede la propia razón justificar su validez? La validez de la razón para conocer es, para nosotros, una intuición, algo que se da por supuesto, pero es imposible que una razón necesitada de ser justificada se justifique a sí misma.

Es más, supongamos que hallamos una razón global que dé cuenta que explique nuestra razón, ¿quién nos dará cuenta de esa razón que explica la primera?

Supongamos que hallamos otra tercera razón que justifica la segunda. Pero tendremos que justificar esa tercera razón y así sucesivamente hasta que demos con una razón que justifique todas y ella no necesite justificación: la razón última, la razón del conjunto, la razón incausada, a la que no podemos llegar iterando (buscando la razón de la razón de la razón...) ya que sería un proceso sin final. Y si esa razón puede ser alcanzada no será por medio de nuestra limitada razón (podemos saber que existe, pero no podemos comprenderla, abarcarla).

Más bien seremos alcanzados por ella, que alcanzarla por nuestros propios medios.

Pero además si se trata de una razón incausada que da razón de todas las razones no podemos caer en el error de concebirla como una mera clave de bóveda lógica: ha de dar cuenta también de la belleza que existe y de la bondad, del amor, de todo lo que nosotros conocemos por intuición, por contemplación, por sensibilidad artística, por sentimientos nobles etc.

Podemos decir que esa razón última, si bien podemos pensar que es una razón sobrehumana, ante la que quedamos sobrecogidos, también podemos intuir que reúne en sí todo lo más noble y entrañable de la razón o del ser humano.

Y sólo en esa razón suprema puede reposar nuestro entendimiento y nuestro corazón: sólo esa Verdad sacia y todas las otras razones sólo lo hacen en cuanto son camino hacia ella, que sí las comprende y las supera. Sólo en esa razón, como enseñan los místicos se da una comunión de felicidad y paz.

Como esa razón suma es razón de todas las razones podemos decir que es la misma Inteligencia, no una mera construcción lógica, y por tanto Persona Suma, con lo que llegamos a concebir la Suprema Verdad como Persona.

La búsqueda de la verdad se convierte entonces no en mera búsqueda de conceptos fríos, sino en la búsqueda de la Persona omnisciente, bella, amante y amable. El amor a la verdad en amor personal, por el que vale la pena dejar o sacrificar o subordinar todo.

martes, 3 de noviembre de 2009

“EL PENSAMIENTO”

“EL PENSAMIENTO”

1.- El conocimiento, el problema de la objetividad y subjetividad

2.- El conocimiento empírico y el científico.

3.- Las operaciones racionales del pensamiento y el trabajo intelectual.

4.- La unidad de la teoría con la práctica.

5.- El nivel del conocimiento en la lógica formal y la lógica dialéctica.

PENSAMIENTO

Definición de pensamiento

Existe tal cantidad de aspectos relacionados con el pensamiento, que dar una definición resulta difícil. De las muchas definiciones que podrían darse, algunas de ellas lo consideran como una actividad mental no rutinaria que requiere esfuerzo, o como lo que ocurre en la experiencia cuando un organismo se enfrenta a un problema, lo conoce y lo resuelve. Podríamos también definirlo como la capacidad de anticipar las consecuencias de la conducta sin realizarla.

El pensamiento implica una actividad global del sistema cognitivo con intervención de los mecanismos de memoria, atención, procesos de comprensión, aprendizaje, etc. Es una experiencia interna e intrasubjetiva. El pensamiento tiene una serie de características particulares, que lo diferencian de otros procesos, como por ejemplo, que no necesita de la presencia de las cosas para que éstas existan, pero la más importante es su función de resolver problemas y razonar

Funcionamiento de la mente humana

El concepto de mente ha ido cambiando considerablemente a lo largo de la historia. El médico francés La Mettrie fue el primero que concibió la mente como algo completamente material, el cerebro, provisto de una serie de células (neuronas), que interconexionadas entre sí hacían funcionar a esa masa física que es el cerebro. Esta idea dio lugar a principios del siglo XX, a los modelos de procesamiento de la información, que pretendían establecer paralelismos entre el cerebro y la informática.

Hasta aproximadamente 1960, muchos psicólogos sobre todo de EEUU, consideraban el funcionamiento de la mente humana como el de una máquina.

Todas estas teorías obviamente presentan serias limitaciones y es por ello por lo que se incluyó otro constructo, la consciencia, para poder comprender cómo y por qué actuamos. Aunque el término conciencia es en cierto modo confuso, existen algunos estudios científicos, concretamente sobre el sueño, en los que se intentaba revelar los distintos estados de consciencia e inconsciencia existentes y que tienen que ver con la mayor o menor actividad cerebral. Colocando unos electrodos que nos permiten detectar la actividad cerebral, en ciertas zonas del cerebro, podemos detectar las diferencias de potencial en función del grado de activación o de consciencia. Cuando el sujeto está totalmente despierto, el cerebro emite unas ondas determinadas y cuando éste entra en el sueño profundo, momento en el que no se sueña y cuando cuerpo y mente están más relajados, las ondas se hacen más grandes y lentas.

Actualmente no hay duda respecto a que todos los procesos mentales (pensamiento, ideas imaginación, recuerdos, memoria, ilusiones o emociones en general), son procesos cerebrales, es decir, son un producto del funcionamiento cerebral. Es cierto sin embargo, que los mecanismos cerebrales que generan estas actividades mentales, todavía están muy lejos de ser comprendidos por completo


Tipos de pensamiento

El razonamiento deductivo

El pensamiento deductivo parte de categorías generales para hacer afirmaciones sobre casos particulares. Va de lo general a lo particular. Es una forma de razonamiento donde se infiere una conclusión a partir de una o varias premisas. El filósofo griego Aristóteles, con el fin de reflejar el pensamiento racional, fue el primero en establecer los principios formales del razonamiento deductivo. Por ejemplo, si se afirma que todos los seres humanos cuentan con una cabeza y dos brazos y que Pepe es un ser humano, debemos concluir que Pepe debe tener una cabeza y dos brazos. Es éste un ejemplo de silogismo, un juicio en el que se exponen dos premisas de las que debe deducirse una conclusión lógica. Pero no todos los ejemplos son tan claros. La lógica convencional, parte de que hay dos valores únicos de verdad en los enunciados lógicos: "verdadero" o "falso", sin embargo algunos lingüistas admiten un tercer valor: "ni verdadero ni falso". Lo que ocurre es que en todo enunciado lógico hay unas presuposiciones, o lo que es lo mismo, se parte de unas suposiciones a priori. Por ejemplo, analicemos las siguientes frases:

a-El actual rey de Francia es calvo.

b-El actual rey de Francia no es calvo.

¿Cuál es verdadera y cuál es falsa?. Estamos presuponiendo ya desde el principio que hay un rey en Francia. Bajo este presupuesto podríamos pensar: si una es verdadera la otra es falsa y viceversa. Sin embargo, ambas frases ni son verdaderas ni falsas, si tenemos en cuenta que no hay tal rey en Francia.

Otro ejemplo podría ser:

a-Luis ha dejado de fumar.

b-Luis no ha dejado de fumar.

En este caso presuponemos que Luis ha fumado alguna vez y bajo este presupuesto podemos cometer el error de considerar una de las dos frases como verdadera.

Otro tipo de error, se ve reflejado por ejemplo, cuando decimos "Luis mide 1,70 metros y es alto". La frase igualmente puede ser verdadera que falsa, dependiendo del contexto. Si a Luis se le compara con un grupo de enanos es verdadera, si se le compara con un grupo de deportistas de baloncesto, es falsa.

Para finalizar, vamos a utilizar como ejemplo la famosa frase del poeta griego del siglo VI a. de C., Epiménides: "Todos los cretenses son mentirosos", siendo él mismo cretense. Fácilmente puede verse que la frase da lugar a una contradicción lógica. La frase no puede ser verdadera porque entonces Epimérides sería mentiroso y por tanto lo que él nos dice sería falso. Por otro lado, la frase tampoco puede ser falsa porque se deduciría entonces que los cretenses son veraces y por tanto Epimérides diría la verdad, y él es cretense. Por tanto este enunciado no puede ser ni verdadero ni falso.

De todo esto concluimos que la lógica, llena de razonamientos aparentemente impecables, tiene algo de arbitrario y que es un formalismo que no necesariamente refleja las leyes del pensamiento, conduciéndonos muchas veces a obvias contradicciones.


El pensamiento inductivo

La solución de problemas